sábado, 20 de agosto de 2011

Seguimos a Vueltas con los Cortos

Antes de que se cumpla la semana de la prohibición de los cortos en varios países de la zona euro, han vuelto a reproducirse las mismas caídas y esta vez sin la posibilidad de operar en corto. ¿Qué es lo que esto viene a demostrar? Lo absurdo de la medida. Voy a ilustrárselo mediante dos gráficos:

El primero del Dow Jones Industriales en el que se ven los dos últimos mercados bajistas. El correspondiente al periodo 2000 – 2002 en el que no se prohibieron los cortos, y el del periodo 2007 – 2009 durante el cual se prohibieron los cortos.

El segundo es del IBEX, mucho más volátil.


En el mejor de los casos la prohibición de los cortos no tuvo incidencia en el mercado. Podríamos comprobarlo con otros gráficos, y todos mostrarían conclusiones similares excepto el del tecnológico NASDAQ, por razones obvias.

¿Qué nos demuestra esto? Algo que el Sr. Dow ya nos dijo hace un siglo, y que algunos todavía no han asimilado, que las tendencias duran hasta que se acaban, y se acaban cuando desaparecen las causa que las motivaron. Las causas que motivaron esta tendencia bajista no han sido que se permita operar en corto, sino la mala gestión de la deuda por parte de diversos gobiernos, incluido el de los EE.UU., que podría llevarnos a una nueva recesión. Frente a este problema parece infantil la solución de prohibir los cortos, desde este blog ya se avisó de lo inútil de la medida, tan aplaudida por muchos analistas y periodistas. Si los políticos quieren librarse de las ventas en corto, lo que tienen que hacer es trabajar bien, dejar de endeudarse alegremente, y resolver los problemas de la economía de verdad, haciendo crecer la renta disponible y el empleo. Esta receta no falla.

¿Cuáles son las consecuencias de prohibir los cortos? La primara es positiva, pero limitada al corto plazo. Se fuerza un rebote al prohibir las operaciones, lo que refuerza la imagen de la clase política, al dar la sensación de que "se está haciendo algo". Pero esto es flor de un día, esto no cambia la tendencia, y una vez prohibidos no es recurrente. La segunda consecuencia, la más importante, es que se drena liquidez al mercado. Al prohibir las posiciones cortas hay menos operadores en el mercado, lo que significa menos contrapartidas, y por consiguiente más volatilidad en los mercados. En palabras llanas, abrir un corto requiere de tres operadores; uno que tiene una posición larga y da las acciones prestadas, otro que cree que el mercado es bajista y toma las acciones prestadas para su venta, y otro que está dispuesto a comprarlas. Al prohibir esta operativa los dos últimos actores desaparecen, y en caso de estar ante un mercado bajista las pérdidas del primer operador se agravan al dejar de recibir una compensación por el préstamo de las acciones. Con esta medida se consigue que las perdidas de todos los operadores sean aún mayores, y que se tengan más motivos para deshacer posiciones largas y profundizar en el mercado bajista. En cualquier mercado bajista pesa más la liquidación de posiciones largas, que la creación de posiciones cortas.

Otra de las leyendas urbanas relacionadas con los cortos es que son posiciones de ingeniería financiera tomadas por unos seres extraños llamados “malvados especuladores”. No voy a explicar otra vez cómo los especuladores somos todos aquellos que tenemos una cuenta corriente o un fondo de inversiones o pensiones abierta en una entidad financiera. Solo recalcar que lo somos porque el banco, que trabaja para nosotros en último instancia, intenta ganar dinero, y que el 85% de las operaciones las realizan inversores institucionales. También me gustaría remarcar que, cuando se tiene formación en inversiones alternativas, se sabe que lo que realmente no existe en los mercados financieros son inversores, lo que existe son especuladores. Este extraño individuo, conocido como inversor, realmente solo existe en el Venture Capital (la versión más arriesgada del Private Equity); es aquel que cree en un proyecto, generalmente una idea, por su capacidad de generar riqueza y apoya a los emprendedores aportando financiación, y generalmente no existe garantía alguna salvo la idea en si misma. No hablamos de emprendedores, que todos sin excepción son inversores, porque entonces ya estaríamos hablando de economía real y eso es otra cosa.

¿Quiere saber si usted es un buen inversor? Esta es la prueba: Piense que tengo una bola de cristal y que me permite conocer el futuro con total exactitud, y puedo saber sin posibilidad de error que Telefónica dentro de un año exacto a partir hoy estará en €30, pero que existen un 95% de probabilidades antes de ir a por objetivo caiga en un 50% y que esta sería su única posibilidad de caída. ¿Compraría ahora Telefónica? Si su respuesta es NO porque CASI seguro compraría en unos días un 50% más barato está especulando (Especular = v. intr. 1 Meditar o pensar con profundidad. 2 Hacer suposiciones y pensar sin tener una base real. Existe una tercera aceptación por la cual no existirían inversores en los mercados: 3 Comprar un bien cuyo precio se espera que va a subir a corto plazo con el único fin de venderlo oportunamente y obtener un beneficio. ). Comprando ahora ya tiene asegurada una revalorización del 100% en 365 días.

2 comentarios:

  1. Bien explicado todo, pero el ejemplo de telefónica no me convence demasiado en el escenario actual hay demasiados actores en la pelicula,cada uno tiene su función y cuando lo hace mal enseguida hecha la culpa a otro.
    Aprovado con nota, siga asi.

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  2. A mi me parecerá bien prohibir las ventas a crédito únicamente a partir del momento en el que también se prohiban las compras a crédito. Es lamentable ver como aquí nadie admite que las caidas son también un estado normal de los mercados, mientras que en las subidas y subidas es que somos todos más listos que el hambre.

    Las ventas en descubierto son otra historia bien distinta que aún no estoy seguro de que se hayan erradicado, y no será porque técnicamente no sobren medios para ello.

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