domingo, 29 de agosto de 2010

Confirmada La Desaceleración Estadounidense


Por si a alguien le quedaba alguna duda, hasta el mismo Bernanke ha confirmado los síntomas de desaceleración de la principal economía, en una conferencia ante los jefes de los bancos centrales en Jackson Hole (Wyoming), aunque predijo que unas condiciones más favorables durante 2011. A Bernanke se le han sumado también el consenso de analista que ante tantas revisiones a la baja de los datos del PIB para el presente curso, han perdido su sesgo alcista.



Dato
Previsión
2T Revisado
1,60
1,40
2T Avance
2,40
2,60
1T Final
2,70
3,00
1T Revisado
3,00
3,40
1T Avance
3,20
3,30
4T Final
5,60
5,90
4T Revisado
5,90
5,70
4T Avance
5,70
4,70
3T Final
2,20
2,80
3T Revisado
2,80
2,80
3T Avance
3,50
3,20

Anteriormente, los mercados de bonos ya estaban descontando esta posibilidad, y más aún la de que se produzca una doble recesión, así se ha vuelto a producir una “vuelta a la calidad” y se demandan bonos gubernamentales a pesar de su baja rentabilidad. La rentabilidad en mercado de estos bonos ha caído durante Agosto hasta niveles próximos al 2,5%. Históricamente, estos niveles han anticipado una recesión económica. Para David Rosenberg, antiguo economista jefe de Merril Lynch, la probabilidad de que la economía de EEUU caiga en una doble recesión es superior al 50%, y ve posible que los bonos vuelvan a probar los mínimos de rentabilidad que se produjeron después de la quiebra de Lehman, incluso de que se rompan.

martes, 24 de agosto de 2010

La Salud De La Economía Norteamérica.



Para aquellos que han leído este blog de vez en cuando, recordarán que desde aquí nunca se compró la vuelta en V, ni el optimismo como la receta para salir de crisis, sino que se veía la W como una posibilidad real, sin descartar a la U ni a la √. Simplemente porque de una crisis tan grande no se sale solo con desear salir, y pensando que podemos. Poco ha cambiado desde que la gran mayoría de los analistas apostaba por la vuelta en V a la situación actual. Las mismas razones, que invitaban pensar en la debilidad de la recuperación entonces, son las que se citan ahora.

  1. La debilidad del mercado laboral: El mercado laboral estadounidense nunca ha llegado a recuperarse del golpe sufrido por esta crisis. Con tasas de desempleo cercanas al 10%, se ha visto como síntoma de recuperación que nunca se superase esta barrera. Los hechos nos han confirmado y existe un gran número de trabajadores desanimados que no están inscritos como demandantes de empleo, porque piensan que no lo van a encontrar. Cada vez que parece reactivarse el mercado laboral, estos trabajadores vuelven a inscribirse elevando de nuevo la tasa de desempleo. No sería desencaminado pensar que el desempleo real se encontrase por encima del 10%.
  2. El límite de la política fiscal: Gran parte de la recuperación norteamericana dependía de los planes de estímulo. Estos planes no eran sostenibles a largo plazo debido a la gran deuda acumulada por los EE.UU., y tarde o temprano tenían que llegar a su fin. Algo que Bernanke destacó en numerosas ocasiones. El efecto más evidente de la desaparición de los estímulos se da en la caída de la demanda de bienes duraderos, especialmente en la de vivienda, con el freno que ello supone a la economía.
  3. La desaparición de la política monetaria: Con unos tipos de intervención próximos al 0%, la Fed se ha quedado margen de maniobra para hacer frente a una recaída en la recesión. Imprimir más dinero no sería la solución, porque dinero ya hay, lo que no hay es confianza.


A esta serie de grades problemas se le han unido otros, algunos esperados, otros inesperados, y otros consecuencia de los mismos.

  1. Aunque ahora no sea la preocupación principal, eventualmente EE.UU. tendrá que diseñar una estrategia de salida de la trampa de la liquidez, que podría devolverle a la recesión o al estancamiento. Como numerosos economistas han reconocido elevar los tipos demasiado pronto podría ser fatal, pero hacerlo demasiado tarde podría ser peor. Estar demasiado tiempo en la trampa de la liquidez podría tener efectos tan nocivos como que la economía cree dependencia de los mismos con lo que sería muy difícil elevarlos sin causarla serios daños. Lo que nos lleva de vuelta al problema de la deuda.
  2. El fortalecimiento del dólar, que daña a las exportaciones estadounidenses.
  3. La falta de colaboración internacional que deja una vez más a los EE.UU. y a sus ciudadanos como responsables de tirar del consumo mundial, aunque esto sea a consta de endeudarse más; China que tiene tantas virtudes a la hora de ahorrar, como las que le faltan a la hora de consumir, y Europa se encuentra inmersa en sus propios problemas.
  4. La escalada de precios de las Commodities. Petróleo y metales industriales han doblado sus precios desde mínimos de la crisis, y China está realizando numerosas inversiones en África para asegurarse un acceso privilegiado a las mismas.


En resumen, poco o nada ha cambiado desde entonces; los mismos problemas principales siguen sin resolverse, ni tan optimistas entonces, ni tan pesimistas ahora. Por lo tanto, la probabilidad de una doble recesión sigue siendo la misma de antes, lo que parece claro es que la vuelta en V está más lejana.