lunes, 12 de marzo de 2012

¿Se ha terminado la tragedia griega?

Todo parece indicar que tras la quita de los acreedores privados griegos el problema de Grecia ha desaparecido. Esta euforia se ha contagiado hasta a la mismísima Comisión Europea a tenor de las declaraciones de Van Rompuy según las cuales lo peor ya ha pasado. Claro que deberían de ser matizadas con un “por ahora”.

El canje de bonos no ha sido igual para todos. Algunos, los organismos públicos, se han reservado importantes garantías mientras que otros, los inversores privados, soportan todo el riesgo. Esta asimetría cerrará el mercado de deuda para Grecia. Por el momento se ha evitado el default desordenado de Grecia, pero no su quiebra. A pesar de todos los esfuerzos, Grecia a quebrado según S&P, Fitch, y Moody’s, default o impago selectivo, y según la ISDA que reconoce que al activarse las CAC (Cláusulas de Acción Colectiva) se ha producido un evento de crédito que activa los CDS por un monto que asciende a 2.420 millones de euros. Una cifra nada despreciable pero que parece insignificante para lo que se hecho para evitar el pago de los mismos, y para que produzca algún tipo de contagio a los EE.UU., como tantas veces se ha insinuado por parte de las instituciones comunitarias. El daño en la reputación y credibilidad de las instituciones comunitarias, incluido el BCE, por la gestión de la crisis ya está hecho y llevará tiempo repararlo. Con el canje de deuda “voluntario” de Grecia se han roto las reglas del mercado. Existe preocupación y desconfianza de que sirva de modelo para futuras reestructuraciones soberanas.

No obstante, y a pesar de todo, todavía Grecia podría abandonar el euro, lo que supondría que se acabasen las ayudas y el segundo rescate y quiebra desordenada salvo que se articule algún mecanismo creativo. La durísimas condiciones que se le han impuesto a Grecia han hecho que el malestar y el descontento entre la población helena aumente, y los partidos populistas, así como aquellos que arremetieron contra la Troika, han aumentado considerablemente su intención de voto. Esto sería anecdótico de no ser porque en Abril - Mayo hay elecciones en Grecia, y es muy posible que el partido que gobierne no pueda resistirse a la presión popular. Otro problema al que se enfrenta Grecia es que los rescates se destinarán principalmente a pagar la deuda. Grecia no se beneficiará directamente de este rescate sino sus acreedores. Además, incluso con la quita y las revisiones de los tipos de interés a la baja que pagará Grecia por la misma, la deuda sigue estando al 120% de PIB, cantidad que se considera soportable, excepto en las universidades donde se enseña que una deuda más allá del 90% del PIB te lleva a la quiebra. Existen dos excepciones a esta regla, Italia, que tiene situación geopolítica, una potente capacidad industrial, y un importante sector exportador, y Japón, que al no disfrutar de un entorno tan favorable como el de Italia lleva 20 años en depresión, y que puede pagar su deuda porque tiene los tipos a efectos prácticos en el 0%. La diferencia entre Grecia e Italia y Japón es notable. Grecia ni es exportadora ni tiene sector industrial. Incluso aún si Grecia tuviese la capacidad industrial de la que carece, los supuestos que se han hecho para justificar ese nivel de deuda son increíblemente optimistas, entre otras cosas suponen que para Grecia su PIB pasará del -6% en el 2012 al +3% del 2015 al 2020. Algo que objetivamente me parece muy difícil de alcanzar.

sábado, 3 de marzo de 2012

¿Qué es un CDS y para qué sirve?

A estas alturas, y gracias a Grecia, muchos lectores se habrán familiarizado con las siglas CDS, la mayorías sabrían decir que corresponden a Credit Default Swaps, y muchos piensan que son seguros contra el riesgo de quiebra de un país. Todos ellos están en lo cierto. ¿Seguro? Decir que un CDS es un seguro de impago de un país es simplificar mucho, los CDS también sirven como seguros de impago de bonos corporativos. Vale, esto era fácil de deducir.

Entonces ya está, los CDS son seguros de impago contra el riesgo de quiebra de países y corporaciones ¿Seguro? Técnicamente esa es su función principal pero, como con todos los derivados, sus funciones complementarias pueden ser tan importantes o más como la principal. Otras funciones que realizan estos instrumentos son el descubrimiento de precio, la medición del riesgo, la reducción de la exposición neta frente a un emisor, y la creación de posiciones sintéticas en renta fija.

  • Descubrimiento del precio: Esta es una función común a muchos derivados. Al ser instrumentos apalancados y tener un vencimiento su valoración va por delante del precio del subyacente al que “guía”.
  • Medida del riesgo: Dada la liquidez de estos activos y su volumen de negociación, se han convertido en una medida fiable del riesgo del emisor que se ha incorporado a numerosos modelos de valoración de la banca de inversión, y se han tenido en cuenta a la hora de fijar el precio de otros activos.
  • Reducción de la exposición neta: La banca no puede tener todo el riesgo que desee frente a los distintos emisores. Sin embargo, sus clientes les demandan servicios por los que cobran jugosas comisiones, para poder realizar estos servicios y cumplir con la exposición legal frente a los emisores la banca compra protección en forma de CDS que les permite netear la exposición total, es decir, reducir la exposición.
  • Creación de posiciones sintéticas: Si un inversor quiere una obligación de un emisor tiene dos formas de hacerlo, una adquiriendo su deuda, o vendiendo protección. Vender un CDS es equivalente a comprar un bono, esta es la base de numerosas estrategias usadas por los Headge Funds y en la creación de CDO’s.

¿Todavía sigue pensando que un CDS SOLO es un seguro de impago?

Ahora que ya sabemos qué es un CDS y para qué sirve, lo siguiente es saber quién los crea. Los principales vendedores de CDS son las aseguradoras y reaseguradoras, los principales compradores de protección son los Headge Funds y la banca comercial, situándose en una posición intermedia la banca de inversión. A estas alturas debe de quedarle claro al lector la importancia que tiene actualmente el mercado de los CDS.

Realmente, los CDS todavía no se han enfrentado a ninguna prueba seria hasta ahora. Grecia es su primera gran prueba para ver la capacidad y la utilidad real de estos activos como instrumentos de cobertura. No obstante, se está haciendo todo lo posible para evitar que salten las cláulas que activarían los CDS por la quiebra de Grecia. De momento estas no saltan, pese a que S&P ya ha declarado el default de Grecia al ponerla en Impago Selectivo, y Fitch y Moody's amenazan con hacerlo, porque el canje de deuda es “voluntario”. Desde mi punto de vista, este es un riesgo que no ha terminado de valorarse en su justa medida, ya que los inversores podrían pensar que los CDS no sirven para realizar su función principal, cubrir el riego de quiebra del emisor. El mercado de los CDS podría quedar en entredicho, y con él todas las funciones que estos instrumentos realizan. Sinceramente, no puedo aventurarme a predecir el impacto que esto tendría en el mercado, si este preferiría mirar hacia otro lado por miedo a lo que pueda suceder, o si se lo tomaría a mal. En este último caso, los activos valorados conformes al riesgo medidos por un CDS estarían mal valorados, las estrategias basadas en estos activos dejarían de tener sentido, y los bancos tendrían que vender el exceso de su exposición en sus mejores clientes convirtiéndose en clientes de la competencia. Las reglas del juego tal y como están planteadas hoy, simplemente cambiarían.