sábado, 9 de junio de 2012

España Rescatada


Se veía venir, la prima de riesgo lo había anticipado.  En situaciones anteriores en los distintos países que han sido rescatados la prima de riesgo dio la voz de alarma antes de que este efectivamente se produjera; en Grecia la prima de riesgo se situaba cerca de los 1.000 puntos, en Portugal en 600 y en Irlanda en casi 580 puntos. En el caso de España no se ha permitido que las condiciones empeoren tanto, ya que es la cuarta economía de la UE y lleva oficiosamente intervenida desde el 2010.

El rescate de España, que se ha producido a petición del Gobierno, se limita exclusivamente al sector financiero.  En palabras del ministro de Economía, Luis de Guindos; “la cantidad solicitada, será la suficiente para recapitalizar a las entidades con problemas y, además, un margen de seguridad". La cifra, todavía no confirmada de forma oficial por el Eurogrupo, rondaría los 100.000 millones de Euros. Además, de Guindos ha confirmado lo que que la ayuda financiera al sector bancario español solo tendrá una "condicionalidad específica para el sector financiero" y no para el programa económico del Gobierno. "Las condiciones se van a imponer en el ámbito financiero, no en el ámbito económico". Destaca lo medido de las palabras y el mensaje que intentan contener el impacto del anuncio ya que España es demasiado grande para ser rescatado y demasiado grande para que caiga. España evita un rescate e intervención a la griega, que por otro lado nunca habría sido posible, siplemente porque no hay dinero para ello. No obstante una vez decidido el rescate el ejecutivo comunitario dispondrá de medios indirectos de hacer cumplir al Gobierno español con sus compromisos macroeconómicos.

De acuerdo con Daniel Lacalle, y a la espera de conocer oficialmente los instrumento que se emplearán en el rescate, "la única alternativa real parece el Mecanismo de Estabilización Europeo (ESM), pero -ay, que difícil- dicho fondo no estará operativo hasta julio, y los fondos son también limitados. No contará con los supuestos 500.000 millones de euros que la prensa menciona hasta 2014. Su capital es menos de 16.000 millones de euros, lo que hace que su máxima capacidad de endeudamiento sea de 107.000 millones de euros hasta octubre de 2012". Lo que no deja de ser de solucionar los problemas de deuda con más deuda no existe dinero real aportado por los socios comunitarios.

Esta solución, una línea de crédito para salvar al sector financiero, es la más honrosa para el Gobierno pero no la mejor para la credibilidad en España y en su sistema financiero. España ha acudido al exterior cuando podía y debería haber solucionado sus problemas por ella misma. La solución más conveniente habría sido, desde nuestro punto de vista, un bail-in, es decir, forzar a que se convierta la deuda en acciones, a pesar de la dilución que supondría para sus accionistas. Las principales ventajas habrían sido mantener el prestigio del país, no cargar el coste del rescate a los contribuyentes, castigar a los gesteros irresponsables y desincentivar el riesgo moral; al ser los accionistas los afectados las juntas directivas de los bancos no asumirían tan alegremente el riesgo de equivocarse y esperar el rescate por parte de los contribuyentes ya que sus serían, con toda seguridad, severamente castigadas sino destituidas en las próximas juntas de accionistas.

El anteriormente autoproclamado como el mejor (y más regulado) sistema financiero del mundo ha fallado. Ha caído como otros sistemas financieros mucho más libres, pero está muy lejos de empezar la recuperación e iniciada en nuestro entorno europeo y muy avanzada en los EE.UU., y no solo eso, puede hacer entrar en crisis a todo el sistema financiero europeo. La sobrerregulación se ha demostrado inapropiada y contraproducente, impidiendo reconocer los errores a tiempo dejando pasar el momento adecuado para atajar los problemas. La alternativa es una mayor libertad sin injerencias políticas en la gestión de las entidades financieras, pero a cambio de unos recursos propios muy superiores, y tanto mayores cuanto mayor riesgo se quiera correr y más libremente operar. En este sentido apoyamos la desaparición de las entidades financieras mantenidas artificialmente, bien por adsorción, fusión, o por liquidación. La reforma del sistema financiero debe de liquidar por completo el sistema de cajas tan sujerente y tentador para la intromisión política.

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