domingo, 24 de julio de 2011

Análisis y Opinión de la Cumbre de Bruselas

La cumbre de Bruselas terminó con el resultado previsto; un acuerdo de mínimos, y otra magnífica oportunidad desaprovechada para solucionar los problemas de fondo que afectan al Euro. No se discutido la creación de un Eurobono, ni de un sistema de sanciones a los países con déficits excesivos, ni siquiera se ha acordado un calendario para avanzar en una posible discusión sobre la integración fiscal de los estados. No es mi misión hablar de las bondades del rescate ni explicar al detalle en que ha consistido desde un blog de opinión, ya se ha hablado mucho a estas alturas, sino el ser crítico con todos sus flecos y defectos, y dar una opinión independiente.

El acuerdo, que ya se había celebrado por adelantado en los mercados, no ha servido para “salvar” a Grecia como afirman los líderes europeos. Entonces, ¿Qué es lo que ha ocurrido en Bruselas? Pues lo que ha ocurrido en Bruselas es que Grecia ha quebrado, la banca gana, y los ciudadanos pierden:
  • Grecia ha quebrado; Técnicamente lo que se ha acordado en Bruselas es una reestructuración de la deuda Griega, lo que equivale a un “default”, es decir, a una quiebra.
  • La banca gana: Se ha salvado a los bancos de una quita muy superior a las que les correspondería si no se le hubiese dada dinero y facilidades de financiación a Grecia para que pague a sus acreedores, sobre todo franceses y alemanes. Aún a pesar de la participación del sector privado en el “rescate”, este les ha salido bastante asumible, y se han librado, de momento, del impuesto a la banca.
  • Los ciudadanos pierden: Se han socializado las pérdidas procedentes de la situación de Grecia, es decir, las pagan los ciudadanos europeos. Los estados miembros del euro financiaran el 67% de la deuda Griega con créditos al 3,5% a 30 años. Es decir los europeos financiarán una deuda que para cuando se la devuelvan, si tenemos en cuenta el tiempo y la inflación, no valdrá nada.

Para defenderse de lo que puedan decir las principales agencias de calificación (Moody’s, S&P, y
Fitch), los líderes europeos, el BCE, y el FMI, han dicho que aplicarán sus propios criterios, ya que hay que salvar al euro. Esto no es cierto. El euro como el conjunto de países que lo forman es lo suficientemente fuerte como para resistir la quiebra simultánea de Grecia, Irlanda, y Portugal. Las tres economías juntas apenas representan el 6% del PIB de zona euro. El euro ha servido de excusa para salvar intereses particulares de los estados miembros, particularmente de Francia y Alemania, y no de los ciudadanos, y cuanto más se trata de anteponer estos intereses a los de los ciudadanos más se pone en peligro al euro. Lo que antes era un problema de empresas privadas del sector bancario, se convierte cada vez más en un problema de los europeos, ya que el riesgo se está trasladando de la banca al BCE y con ello, ahora sí, al euro.

Con todo ello, el acuerdo es el menor de los males, y por ello se puede estar aliviado. Pero no nos engañemos, es ganar tiempo hasta la próxima, y en el corto plazo. El primer rescate a Grecia envió un mensaje claro y rotundo a los mercados, este no tiene ni la misma fuerza ni es claro. Además de que se incrementado significativamente el riesgo moral, si el hacer las cosas mal se premia (o no se castiga)… ¿Para qué hacerlas bien?

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