domingo, 18 de septiembre de 2011

¿Fondo a la Vista?

Es una posibilidad, pero no parece la más probable. Todavía nos quedan más sustos por ver con Grecia. Empeñarse en salvar Grecia es intentar salvar a la banca francesa y alemana sin reconocer el rescate. Grecia está quebrada y, aunque se apruebe el último tramo del plan de rescate, no van a cambiar las cosas. El último tramo del rescate solo servirá para retrasar lo inevitable. El país heleno lleva cuatro años en recesión, y solo consigue pagar sus facturas a base de deuda. Simplemente es insostenible; Grecia no conseguirá pagar ni hoy ni nunca. Si fuese una familia diríamos que cada vez se entrampan más y ganan menos.
¿Pero no habría sido más interesante haber admitido la quiebra de Grecia en su momento? De no haberse negado la realidad, los griegos habrían sufrido menos de lo que lo están haciendo ahora, los bancos podrían haberse recapitalizado sin mayores problemas, por aquel entonces se habían relajado los requisitos comunitarios y estaba permitido, y nos habríamos ahorrado 110.000 millones de euros, para un mismo desenlace. Aún así, el mayor problema no es el derroche de dinero de los contribuyentes, sino que el BCE ha perdido su independencia, convirtiéndose en un verdadero Hedge Fund especializado en Distressed Debt, todos los activos tóxicos los está acaparando el BCE. De tanto decir que el euro estaba en peligro, la ficción ha terminando por convertirse en realidad. Con un 2% del PIB de la Unión Europea, Grecia no era un peligro para el euro, el peligro es que ahora el BCE se haya contaminado con la deuda griega y por extensión de otros periféricos.


Los Eurobonos son parte de la solución, pero llegan demasiado tarde para Grecia, pero puede que sirvan para Italia y España. Llegan muy tarde porque la burocracia europea es demasiado lenta, y no puede responder con celeridad a cuestiones de urgencia. Aún así, los Eurobonos necesitarían de un Tesoro y un Ministro Europeo de finanzas con autonomía plena, y capacidad sancionadora para los países que no cumplan los criterios del PEC. En mi opinión, la capacidad sancionadora debería orientarse a suspender temporalmente el derecho de voto del país sancionado en la toma de decisiones del Consejo. ¿Por qué este tipo de sanción tan creativa? Primero porque las sanciones monetarias no sirven frente a problemas de déficit, ya que se le crearía más déficit que se taparía con más deuda, sería como apagar el fuego con gasolina. Segundo, porque otra solución como podría ser la expulsión del euro sería una solución final, ya que también se castigaría a los países que permanezcan en el euro con tensiones en los mercados de divisas y de deuda. Finalmente, porque al privarles de voto, pero no de voz, reduces su participación en la toma de decisiones a la de un mero oyente, sin capacidad de bloquear iniciativas contrarias a sus intereses pero con capacidad de proponer nuevas ideas que beneficien a la Unión pero, sobre todo, porque si algo aterra a un político es la pérdida de votos y de influencia. Es fácil de asumir que este castigo se trasladaría a su política interna, produciéndole un gran desgaste al partido gobernante, una enorme sangría de votos, y eventualmente su reemplazo del poder. Si esto es lo ideal, plantea serios problemas legislativos y enormes resistencias, requeriría ceder soberanía a la Unión, y según el Acta Fundacional, la soberanía cedida no puede ser retrocedida. Crear un Ministro Europeo de Finanzas es algo que rechina a los Estados miembros, porque en la práctica casi crearía un nuevo país. El problema es sobre todo político. Mientras tanto poco o nada ha cambiado respecto a los datos del anterior artículo, la desaceleración sigue acentuándose y la probabilidad de default griego también, pese a que entonces ya estaba en un 95%.


Mi comentario final se refiere al anuncio de los bancos centrales para inyectar liquidez en dólares a la banca europea. Esta decisión no deja de ser sorprendente, más después de que la Fed a través de Richard Fisher, presidente de la Fed de Dallas, reconociese que el Quantitative Easing había sido un error. Los mercados han celebrado esta noticia, como siempre que se les da dinero gratis, pero como ya se ha comprobado con todas las medidas extraordinarias de inyectar dinero en una economía casi en recesión, con el consumo por los suelos, la desconfianza desatada, y las entidades financieras con problemas de liquidez por cerrarse el interbancario, este dinero no llega a la economía real, sino que se lo quedan las entidades para sanear sus balances invirtiendo en deuda pública que ofrece un diferencial muy amplio sobre el tipo al que lo toman, o a los departamentos de Trading. El efecto es doblemente pernicioso a largo plazo, se incrementa la burbuja de deuda pública, y se incrementa el precio de las materias primas, el único activo seguro en momentos de incertidumbre y desconfianza porque es el único activo que siempre valdrá algo. Lo malo de un incremento de precios en las Commodities es que generan inflación de costes, el incremento afecta al sistema productivo y destruye renta nacional y empleo, a diferencia de la inflación de consumo en que el incremento de los precios genera renta y empleo a corto plazo, aunque se compense a largo plazo. Todo esto sin tener en cuenta que el crecimiento de los emergentes presiona al alza sus precios.

1 comentario:

  1. ¿Qué te parece la idea de pasar a control público todas las entidades recapitalizadas con recursos estatales, hace un banco bueno y un banco malo teniendo por novedad que el bueno se lo quede el Estado y el malo pase a pelearse con los acreedores, y como último paso poner el banco bueno a financiar a los Estados como puente con el BCE?

    Un lujo tu blog.

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