domingo, 23 de mayo de 2010

Política y Ventas en Corto



Cada vez que ocurre una gran crisis, ya sea económica o social, algún político aprovecha la conmoción provocada entre la sociedad para aumentar la regulación. El político ofrece seguridad, algo que en ese momento la sociedad demanda, pero oculta el coste, sin entrar a valorar sus intenciones, el resultado siempre es el mismo, menos libertad y más estado.


Esta vez el enemigo son ventas en corto. En este sentido, Alemania ha emprendido una cruzada para luchar contra las ventas en corto sobre determinados activos y fortalecer a los mercados financieros. Entre la lista de activos proporcionada por BaFin sobre los que se prohíben este tipo de operaciones se encuentran: la Deuda Pública de la zona euro, los Seguros de Impago de deuda de la zona del euro (CDS – del inglés Credit Default Swap), y de las acciones del sector financiero de Aareal Bank, Allianz, Commerzbank, Deutsche Bank, Deutsche Börse, Deutsche Postbank, Generali Deutschland Holding, Hannover Rückversicherung, y Münchener Rückversicherung. Frente a su prohibición se ha encontrado con una protesta de sus socios comunitarios, pero no por estar en desacuerdo, sino porque la decisión no se ha consensuado, obligando al resto de los estados a sumarse a la iniciativa alemana, en caso de que también las prohíban, y así ceder al protagonismo de Alemania.


Como primer resultado, esta decisión provocó ataques contra la moneda única, forzando la BCE a intervenir en apoyo del Euro, cuando estaba cerca de perder el soporte de 1,20 dólares por euro. Un Euro débil podría beneficiar a Europa, vía exportaciones, pero pondría en peligro la recuperación mundial, y se podría volver a la recesión; a los EE.UU. no les interesa un Euro que dificulte sus exportaciones a sus segundo socio comercial después de Canadá, y por delate de México, empeorando su ya de por sí abultado déficit comercial, y a China también le repercutiría negativamente ya que el principal destino de las exportaciones chinas es Europa. Por otro lado, en Europa se darían efectos contrapuesto, ya que la mayor facilidad para exportar se vería compensada por el mayor coste de las importaciones de petróleo y gas que se negocian en Dólares.


Otra de sus consecuencias ha sido distorsionar los mercados de CDS y de Deuda. Los CDS sobre deuda soberana se han relajado, y los Diferenciales de Deuda se han tensionado, especialmente aquellos de las economías periféricas. Normalmente, el efecto de las intervenciones es la distorsión de los mercados, provocando otros problemas derivados. Así podrían verse operaciones apostando a una ampliación de los spreads entre el bono alemán y el de los PIIGS.


También hacen discutible la validez de esta propuesta es que muchas de las posiciones corta se llevan a cabo fuera de Alemania, e incluso algunos de los activos para los que se establece la prohibición no se negocian principalmente en Alemania, sino en Londres, como lo son los CDS sobre deuda soberana. Tampoco es necesario realizar ventas en corto de acciones para tomar una posición corta sobre una empresa determinada, especialmente cuando esta forma parte de índices tan importantes como el Eurostoxx (caso de Deutsche Bank o Alianz), ya que existe un mercado de Futuros Organizado y OTC donde tomar estas pociones. Uno de los inconvenientes de que parte de esta negociación pueda trasladarse al mercado de derivados es que estos entre sus funciones tienen la de “Price Discovery” y guían a los mercados de efectivo en la dirección en que deben evolucionar los precios.


No obstante, aunque esta decisión pueda tener buenos resultados políticos, se vende la imagen que se lucha contra los especuladores, no está claro que tenga resultados sobre los mercados. Políticamente, la lucha contra el especulador es algo que se vende muy bien y descarga al político de responsabilidades; el especulador es alguien que te hace perder dinero. Técnicamente los especuladores son aquellos que buscan beneficios por la variación del precio de los activos, los inversores aquellos que buscan recuperar el coste de un proyecto y generar un valor positivo vía beneficios, lo cual supone que los fondos de pensiones, fondos de inversión, banca comercial, banca de inversión, las cajas de ahorros, y las compañías de seguros son los grandes especuladores, y por delegación todo aquel que tenga un deposito a plazo, una cuenta corriente, o algún fondo o plan de pensiones, o de inversión.


Desde un punto realista, cada vez que se han prohibido las ventas en corto, nunca han influido positivamente en los mercados. En el mejor de los casos, no han tenido ningún efecto, en el peor de los casos, han tenido efectos negativos al reducir la liquidez y la transparencia de los mercados. Su prohibición no demuestra más que una falta grave de cultura financiera, o un gran sentido de la conveniencia política. Los mercados se rigen por la ley de la oferta y demanda en estado puro, para que los mercados suban hace falta que entre dinero que los apoye, para que bajen basta con que no haya demanda. Esto es lo que ocurrió en el mini Crash del 6 Mayo en Wall Street, frente a las hipótesis iniciales de un error mecanográfico, o de un ataque de los “hackers”, la SEC no encontró ninguna evidencia que los apoyase, pero sí una falta de interés de compra.

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